Innovación genética: el camino hacia la moda sin residuos
La industria de la moda en los últimos años ha experimentado una creciente preocupación sobre los impactos ambientales que produce el sector en la sociedad. Las emisiones de gases de efecto invernadero y la generación de residuos son dos de los principales desafíos que se han propuesto abordar en el largo plazo. Por este motivo, la innovación genética se posiciona como un camino hacia la moda sin residuos.
¿Qué es la innovación genética?
La innovación genética es una tecnología que tiene como objetivo mejorar las características de los seres vivos mediante la manipulación de sus genes. Gracias a esto, se logra obtener nuevas especies, características y variedades de plantas y animales.
Esto no es nuevo en la historia de la humanidad. Los agricultores han empleado técnicas de selección y mejora genética desde hace miles de años. Sin embargo, con la llegada de la biotecnología, el proceso de manipulación genética se ha acelerado de forma vertiginosa. Hoy en día, es posible tener una mayor precisión y rapidez en la creación de nuevas variedades de cultivos y especies animales.
La moda y los residuos
La moda es uno de los sectores que más contaminan y generan residuos en el mundo. Cada año, se producen 92 millones de toneladas de residuos textiles. Además, esto se ve agravado por el hecho de que la mayoría de las prendas están hechas a base de materiales no renovables, como el poliéster, que es un derivado del petróleo.
Por otro lado, la producción de ropa también contribuye al calentamiento global. Las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la ropa producida en todo el mundo son del orden de 1.2 billones de toneladas de CO2 equivalente al año, lo que representa el 10% de todas las emisiones anuales.
¿Cómo puede la innovación genética ayudar a reducir los residuos en la moda?
La innovación genética puede emplearse para crear materiales y tejidos más sostenibles. Por ejemplo, en el 2018, la empresa Bolt Threads, presentó una tela que está hecha de tela de araña sintética. En ella, los genes de la araña se insertan en levaduras que luego producen la proteína necesaria para crear fibras no orgánicas. De esta forma, lograron producir una fibra más sostenible que el hilo de seda.
Por otro lado, la biotecnología también puede ayudar en la producción de algodón sin usar el exceso de agua, pesticidas y fertilizantes. Los investigadores ya están trabajando en plantas de algodón transgénicas que son más resistentes a las plagas, requieren menos agua e incluso pueden producir ciertos tintes y colores.
La innovación genética y la moda deportiva
En la moda deportiva, la innovación genética puede crear telas que sean más resistentes al sudor y a los malos olores. Además, la biotecnología ya está siendo empleada para crear tejidos que sean más ligeros, elásticos y durables, y por ende, más resistentes a los esfuerzos del uso diario.
Desafíos y contratiempos
La innovación genética no está exenta de desafíos y controversias éticas. Entre ellas, se encuentra la posible creación de nuevas especies híbridas. Además, nunca se sabe cuáles podrían ser los impactos a largo plazo de manipular genéticamente ciertos organismos y esto puede generar efectos secundarios imprevisibles.
Sin embargo, la innovación genética es un camino hacia la moda más sostenible y sin residuos. Por tanto, si bien es necesario seguir investigando y asegurar que su empleo esté basado en una ética y compromiso con la sostenibilidad, los beneficios son amplios y trascendentales. En última instancia, es uno de los caminos a seguir para abordar la crisis global del cambio climático e impacto ambiental de la industria de la moda.
En un futuro cercano, es posible que veamos tendencias y diseños completamente sostenibles, y esta será una forma en que las empresas puedan responder a una creciente demanda del mercado. La biotecnología y la innovación genética ofrecerán un amplio campo de oportunidades en la industria de la moda.